lunes, 16 de abril de 2012

Usted puede sanar su vida (Capitulo 10)



TERCERA PARTE

CÓMO PONER EN PRACTICA ESTAS IDEAS

CAPITULO 10  -  LAS RELACIONES
“Todas mis relaciones son armoniosas”

En la vida todo son relaciones. Tenemos relaciones con todo. En este momento, usted tiene una relación con el libro que está leyendo, conmigo y con mis ideas.

Las relaciones que usted tiene con los objetos, la comida, el tiempo, el transporte y las personas son, todas, reflejos de la relación que tiene con usted mismo. Y la relación que tiene con usted mismo está sumamente influida por la relaciones que tuvo con los adultos que lo rodeaban cuando era niño. La forma en que, cuando éramos pequeños, los adultos reaccionaron ante nosotros es, con frecuencia, la forma en que ahora nosotros mismos reaccionamos, tanto positiva como negativamente.


Piense un momento en las palabras que usa cuando se regaña. ¿No son las mismas que usaban sus padres cuando lo regañaban? ¿Y qué palabras usaban cuando lo elogiaban? Estoy segura de que son las mismas que usa usted para elogiarse.

Tal vez nunca lo hayan elogiado, de modo que usted no tiene la menor idea de cómo autoelogiarse, y probablemente crea que no hay nada que elogiar. No estoy culpando a sus padres, ya que todos somos víctimas de víctimas. De ninguna manera pudieron haberle enseñado algo que no sabían.

Sondra Ray es una gran renacedora que ha trabajado mucho en este tema, y sostiene que todas las relaciones importantes que tenemos son un reflejo de la que tuvimos con uno de nuestros padres. Además, afirma que mientras no depuremos aquella primera relación, jamás estaremos en libertad de crear exactamente lo que queremos en las que tenemos ahora.

Nuestras relaciones son espejos de nosotros mismos. Aquello que atraemos es siempre un reflejo, ya sea de nuestras cualidades o de las creencias que profesamos respecto de las relaciones. Y esto vale independientemente de que se trate de un jefe, un colaborador, un empleado, un amigo, una (o un) amante, el cónyuge o un hijo. Las cosas que a usted no le gustan de esas personas son las que usted mismo hace o le gustaría hacer, son lo que usted cree. No podría atraer a esas personas ni tenerlas en su vida si, con su manera de ser, no fueran de algún modo el complemento de su propia vida.

Ejercicio: Nosotros o ellos

Durante un momento, piense en alguien que haya en su vida y que le moleste. Describa tres características de esa persona que a usted no le gusten, que quiera verle cambiar.

Ahora, mire profundamente hacia dentro de sí y pregúntese dónde es usted así, y cuándo hace esas mismas cosas. Cierre los ojos y dése  tiempo para hacerlo.

Después, pregúntese si “está dispuesto a cambiar”. Cuando haga desaparecer de su pensamiento y de su conducta esas pautas, esos hábitos y esas creencias, aquella persona cambiará o desaparecerá de su vida.

Si tiene un jefe que siempre está criticándolo y es imposible de complacer, mírese por dentro. O usted en algún nivel hace lo mismo, o tiene la creencia de que “los jefes son siempre criticones e imposibles de complacer”.

Si tiene un empleado que no le obedece o no termina a tiempo los trabajos, observe dónde hace usted lo mismo, y haga su propia limpieza. Despedir a alguien es muy fácil, pero así no limpia usted su propia casa.

Si hay un colaborador que no quiere cooperar y ser parte del equipo, trate de descubrir cómo pudo usted haber provocado eso. ¿En qué punto no se muestra usted cooperativo?

Si tiene un amigo indigno de confianza y que lo deja en estacada, vuélvase hacia adentro. ¿En qué aspectos de su vida es usted indigno de confianza, y cuándo deja a los demás en la estacada? ¿Es eso lo que cree?

Si tiene un (una) amante fría y poco cariñosa, fíjese a ver si dentro de usted no habrá una creencia que se originó al ver a sus padres en su niñez, y que le dice que el amor es frío y poco demostrativo.
Si su cónyuge es regañón e indiferente, vuelva a examinar sus creencias infantiles. ¿Alguno de sus padres era regañón e indiferente? ¿Es usted así?

Si tiene un hijo cuyos hábitos le irritan, le garantizo que esos hábitos son los suyos. Los niños sólo aprenden por imitación de los adultos que hay a su alrededor. Cambie usted sus hábitos, y verá como su hijo cambia automáticamente.

Esta es la “única” manera de cambiar a los demás: empezar por cambiarnos a nosotros. Cambie usted sus modelos mentales y verá como “ellos” también actúan de otra forma.

De nada sirve echar culpas. Con eso sólo dilapidamos nuestro poder. Mantenga su poder, porque sin él no podrá hacer cambios en su vida. La víctima desvalida no puede ver cómo salir de su situación.

CÓMO SE ATRAE EL AMOR

El amor llega cuando menos lo esperamos, cuando no vamos en busca de él. Si anda a la caza del amor, jamás encontrará la pareja adecuada. Así sólo se crea ansiedad y desdicha. El amor no está nunca afuera: lo llevamos dentro.

No insista en que el amor venga inmediatamente. Quizás usted no esté preparado para él, o tal vez no esté lo bastante evolucionado como para atraer el amor que anhela.

No se conforme con cualquiera aunque sólo desee que haya alguien. Plantee sus exigencias. ¿Qué clase de amor quiere atraer? Haga una lista de las cualidades que le gustaría que hubiera en la relación y cultívelas en usted. Así podrá atraer a una persona que las tenga.

También podría examinar qué lo está manteniendo lejos del amor. ¿Es usted criticón, o se siente indigno? Sus normas, ¿son irrazonables? ¿Anda en pos de la imagen de una estrella cinematográfica? ¿Tiene miedo de la intimidad? ¿Duda de que usted pueda ser amado?

Esté dispuesto para el amor cuando éste llegue. Prepárele el  terreno, y no se olvide de que luego hay que regarlo y abonarlo. Si ama, podrá ser amado. Siéntase abierto y receptivo ante el amor.

En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero. Vivo en armonía y equilibrio con todos los seres que conozco. En el centro profundo de mi ser hay una fuente de amor infinita. Ahora dejo que ese amor fluya a la superficie, que me llene el corazón, el cuerpo, la mente, la conciencia, y la totalidad de mi ser, y que desde mí irradie en todas direcciones y vuelva a mí multiplicado. Cuanto más amor uso y doy, más tengo para dar, porque la provisión es inagotable. La donación de amor hace que me sienta bien, porque es una expresión de mi júbilo interior. Porque me amo cuido amorosamente mi cuerpo. Con amor lo alimento con productos sanos y beneficiosos, lo cuido y lo visto con amor, y mi cuerpo con amor me responde vibrante de salud y energía. Porque me amo, me ofrezco un hogar confortable, que satisface todas mis necesidades, y donde estar es un placer.

Lleno las habitaciones con la vibración del amor, para que todos los que entramos en ellas percibamos ese amor y podamos alimentarnos de él. Porque me amo, tengo un trabajo que realmente disfruto haciendo y donde pongo en juego mi talento y mi capacidad creativa, trabajando con y para gente que amo y que me ama y obteniendo buenos ingresos. Porque me amo, pienso y me conduzco afectuosamente con todas las personas, porque sé que aquello que les doy vuelve a mí multiplicado. A mi mundo atraigo solamente a gente que me ama, porque es un reflejo de lo que yo soy. Porque me amo, perdono y renuncio totalmente al pasado, a toda experiencia pasada, y soy libre. Porque me amo, vivo totalmente en el ahora, sintiendo que cada momento es bueno, y sabiendo que mi futuro es resplandeciente, jubiloso y seguro porque soy una criatura amada por Dios y Dios amorosamente se ocupa de mí, ahora y por siempre jamás. Todo está bien en mi mundo.

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