CAPITULO 4 - ¿ES VERDAD?
“La verdad es la parte inmutable de mí”
La
pregunta sobre si algo es verdadero –o real- tiene dos respuestas: Sí o No. Es
verdad si usted “cree” que lo es; no es verdad si usted “cree” que no lo es. El
vaso está medio lleno y medio vacío; depende de cómo lo mire. Y hay
literalmente billones de cosas que podemos decidir pensar.
La
mayoría decidimos pensar las mismas cosas que solían pensar nuestros padres,
pero no es necesario que sigamos haciéndolo. No se ha promulgado ninguna ley
que diga que sólo podemos pensar de una manera. Cualquier cosa que yo decida
creer, llega a ser verdad para mí. Cualquier cosa que usted decida creer, llega
a ser verdad para usted. Lo que pensamos puede ser totalmente diferente.
Nuestra vida y nuestras experiencias son totalmente diferentes.
EXAMINE
SUS IDEAS
“Cualquier
cosa que creamos llega a ser verdad para nosotros”. Si usted tiene un súbito
desastre financiero, puede ser que en algún nivel crea que no se merece la
comodidad del dinero, o que se merece tener dificultades y deudas. O bien, si
piensa que lo bueno es siempre pasajero, creerá probablemente que la vida está
en su contra o, como tantas veces se oye decir, que “usted no es de los que
ganan”.
Si
se siente incapaz de atraer a un hombre,
tal vez su creencia sea: “A mí nadie me quiere” o “Soy indigna de amor”. Quizá
tenga miedo de ser una mujer dominada, como su madre, o tal vez piense que la
gente no hace más que herirla.
Si
su salud no es buena, es probable que atribuya la enfermedad a una tendencia
familiar o que se considere víctima del clima, aunque también puede ser que
piense que nació para sufrir o que su cuerpo no le da descanso.
O
puede tener una creencia diferente.
Quizá ni siquiera se dé cuenta de cuál es su creencia, como la mayoría de las
personas, que se limitan a ver las circunstancias externas como simplemente la
forma en que viene jugada la mano. Mientras alguien no le haga ver la relación
entre las experiencias externas y lo que piensa y cree usted en su fuero
interno, seguirá siendo una víctima de por vida.
PROBLEMA CREENCIA
Desastre
financiero No
merezco tener dinero
Falta
de amigos Nadie
me quiere
Problemas
laborales No
sirvo para esto
Complacer
siempre a los demás Yo
nunca consigo lo que quiero
Sea
cual fuere el problema, proviene de un modelo mental, ¡”y los modelos mentales
se pueden cambiar!”
Pueden
darnos la sensación de ser verdad, pueden “parecer” reales, todos esos
problemas con los que luchamos y nos debatimos en la vida. Pero por más difícil
que sea el problema con que nos enfrentamos, no es más que un resultado o
efecto exterior de un modelo mental interno.
Si
no sabe cuáles son las ideas que están creando sus problemas, ahora va bien
encaminado, porque este libro ha sido pensado para ayudarle a descubrirlas.
Considere cada una de las dificultades que tiene en la vida y pregúntese: ¿Qué
clase de ideas tengo que me crean esta situación?
Si
se da el tiempo de sentarse en silencio o responderse esta pregunta, su
inteligencia interior le dará la respuesta.
NO
ES MÁS QUE UNA CREENCIA QUE USTED APRENDIÓ DE NIÑO
Creemos
algunas cosas que “son” positivas, que nos alimentan. Son las ideas que nos son
útiles durante toda la vida, como “Mira hacia los dos lados antes de cruzar la
calle”. Otras ideas son muy útiles al comienzo, pero cuando nos hacemos mayores
ya no nos sirven. “No confíes en desconocidos” puede ser un buen consejo para
un niño pequeño, pero a un adulto mantener esta actitud no le traerá más que
soledad y aislamiento.
¿Por
qué son tan pocas las veces que nos detenemos a preguntarnos si algo es
realmente cierto? Por ejemplo, ¿por qué me creo cosas como que para mí es
difícil aprender? ¿Por qué no me pregunto si eso es verdad para mí ahora, de
dónde saqué esa creencia, si no vendrá de la infinidad de veces que me lo
repitió el maestro de primer grado, si no sería mejor para mí abandonarla?
Creencias
como que “los muchachos no lloran” y “las chicas no trepan a los árboles” crean
hombres que se avergüenzan de sus sentimientos y mujeres que tienen miedo de su
cuerpo.
Si
de niños nos enseñaron que el mundo es un lugar espantoso, aceptaremos como
válido para nosotros todo lo que refleje esa creencia. Lo mismo se puede decir
de frases como: “No te fíes de los extraños”, “No salgas de noche” o “La gente
te engañará”.
En
cambio, si de pequeños nos enseñaron que el mundo es un lugar seguro, nuestras
creencias serán otras. Nos será fácil aceptar que hay amor en todas partes, que
la gente es amistosa y que siempre tendremos lo que necesitamos.
Si
de pequeño le enseñaron que todo era culpa suya, pase lo que pase irá por el
mundo sintiéndose culpable. Y esta convicción lo convertirá en alguien que
andará continuamente pidiendo disculpas.
O
si en su niñez aprendió a pensar: “Yo no cuento para nada”, esta creencia lo
mantendrá siempre en el último lugar, esté donde esté. Como mi vivencia
infantil de que a mí nunca me daban una galleta. A veces una llega a sentirse
invisible cuando los demás no le prestan atención.
Si
las circunstancias de su infancia le llevaron a creer que nadie le quería, será
seguramente un ser solitario, e incluso cuando consiga una amistad u otra
relación, no le durará mucho.
¿Su
familia le enseñó que nunca hay bastante? Entonces, muchas veces debe de sentir
que no tiene nada en la despensa, o se encuentra con que siempre anda ajustada
o vive llena de deudas.
Un
cliente mío se crió en un hogar donde creían que todo estaba mal y no podía más
que empeorar. Su mayor placer en la vida era jugar al tenis, pero se lesionó
una rodilla. Vio a una infinidad de médicos, pero no hizo más que empeorar
hasta que tuvo que dejar de jugar.
Otra
persona, el hijo de un predicador, aprendió de pequeño que todos debían ir
antes que él. La familia del predicador era siempre la última en todo. Hoy,
este hombre es habilísimo para conseguir los mejores negocios para sus
clientes, pero él no tiene, generalmente, ni monedas para el metro. Su creencia
sigue haciendo de él el último de todos.
SI
UNO LO CREE, PARECE VERDAD
Muchísimas
veces hemos dicho: “Pues yo soy así” o “Las cosas son así”. Con esas palabras
estamos diciendo, en realidad, que eso es lo que “creemos” que es verdad para
nosotros. Generalmente, lo que creemos no es otra cosa que la opinión de
alguien más, que nosotros hemos incorporado a nuestro sistema de creencias. Y
seguramente, se adecua a la perfección a todas las otras cosas que creemos.
¿Es
usted una de tantas personas que cuando se levantan y ven que está lloviendo,
protestan por ese día infame? Pues, no
es un día infame; es más que un día de
lluvia.
Si
nos ponemos la ropa adecuada y cambiamos de actitud, podemos divertirnos
muchísimo, de la forma en que es posible divertirse en un día de lluvia. Si realmente creemos que los día de lluvia
son infames entonces, cada vez que
llueva nos deprimiremos. Nos pasaremos
el día peleando con el tiempo, en vez de experimentar plenamente lo que está
sucediendo en ese momento.
No
hay ni “buen” ni “mal” tiempo: sólo hay
tiempo, y nuestras maneras individuales de reaccionar ante él.
Si
queremos una vida jubilosa, debemos tener pensamientos jubilosos. Si queremos
una vida próspera, debemos tener pensamientos de prosperidad. Si queremos una
vida llena de amor, debemos poner amor en nuestros pensamientos. “Aquello que,
verbal o mentalmente, enviemos hacia fuera, será lo que de la misma forma
vuelva a nosotros”
CADA
MOMENTO ES UN NUEVO COMIENZO
Insisto
en que “el momento del poder es siempre el presente”. Nunca se está atascado. ¿Dónde se producen
los cambios? Aquí y ahora, ¡en nuestra propia mente!” No importa durante cuánto tiempo hayamos
seguido un modelo negativo o sufrido una enfermedad o una mala relación, o
padecido dificultades financieras. No importa durante cuánto tiempo nos hayamos
aborrecido a nosotros mismos. ¡Hoy podemos empezar a cambiar!
Ya
no es necesario que su problema sea su verdad. Ahora puede desvanecerse en la
nada donde se originó. Usted puede hacerlo.
Recuerde:
EN SU MENTE NO PIENSA NADIE MAS QUE USTED. Usted es el poder y la autoridad en
su mundo.
Sus
ideas y creencias del pasado han creado este momento, y todos los que lo
antecedieron. Lo que usted en este momento decida pensar y creer creará el
momento siguiente, y el día de mañana, el mes que viene y el próximo año.
Sí,
le estoy dando el más maravilloso de los consejos, fruto de mis años de
experiencia, y, sin embargo, usted puede seguir escogiendo pensar las mismas
cosas de siempre, puede negarse a cambiar y quedarse con todos sus problemas.
EN
SU MUNDO ¡EL PODER ES USTED! ¡USTED PUEDE CONSEGUIR CUALQUIER COSA EN QUE
DECIDA PENSAR!
Este
momento inicia el nuevo proceso. Cada momento es un comienzo nuevo, y éste es
un comienzo nuevo para usted, ¡aquí y AHORA! Es estupendo saberlo. ¡Este
momento es el MOMENTO DEL PODER! ¡Es el momento en que se inicia el cambio!
¿ES
VERDAD?
Deténgase
un momento y atrape lo que ahora mismo esté pensando. Si es verdad que sus
pensamientos configuran su vida, ¿querría usted que lo que ahora mismo estaba
pensando se convirtiera en su verdad? Si su pensamiento era de
preocupación, de cólera, de
resentimiento, de venganza o de miedo, ¿de qué forma cree que volverá a usted?
No
siempre es fácil atrapar nuestros pensamientos, que se mueven con tanta
rapidez. Sin embargo, ahora mismo podemos empezar a vigilar y a escuchar lo que
decimos. Si se oye expresar cualquier cosa negativa, deténgase en mitad de la
frase. Vuelva a formular la oración, o abandónela simplemente. Incluso podría
decirle: “FUERA”.
Imagínese
que está haciendo la cola en el autoservicio de un hotel de lujo, donde en vez
de platos de comida se sirven platos de pensamientos. Usted puede elegir todos
los que quiera. Esas ideas son las que crearán sus experiencias futuras.
Ahora
bien, si escoge ideas que le creen problemas y sufrimiento, estará haciendo una
tontería, como si eligiera comidas que siempre le caen mal. Sin embargo, tan
pronto como descubre cuáles son las comidas que le hacen daño, las evita. Lo
mismo tiene que hacer con los pensamientos. “Manténgase lejos de las ideas que
le causan problemas y dolor”.
Uno
de mis primeros maestros, el doctor Raymond Charles Barker, solía repetir:
-
Cuando hay un
problema, no hay nada que hacer; hay algo que saber.
Es
la mente quien crea el futuro. Cuando en nuestro presente hay algo indeseable,
debemos recurrir a la mente para que cambie la situación. Y podemos empezar a
cambiar ya, en este mismo segundo.
Mi
deseo más profundo es que algún día el tema de cómo funcionan los pensamientos
sea lo primero que se enseñe en la escuela. Jamás he entendido qué importancia
tiene hacer que los niños memoricen las fechas de una serie de batallas. Me parece un total desperdicio de energía
mental. En cambio, podríamos enseñarles cosas realmente importantes: cómo
funciona la mente, cómo invertir dinero, cómo tener buenas relaciones y cómo
crear y mantener sentimientos de autoestima y de apreciación de uno mismo.
¿Se
imagina cómo sería una generación de adultos a quienes en la escuela, además
del plan de estudios normal, se les hubieran enseñado estos temas? Piense cómo
se manifestarían esas verdades. Serían seres humanos felices, que se sentirían
en paz consigo mismos, no tendrían dificultades financieras y enriquecerían la
economía con inversiones prudentes de su dinero, personas que tendrían buenas relaciones con todo el mundo, que se
sentirían cómodas en el papel de padres y crearían otra generación de seres
humanos que se sientan bien consigo mismos.
Y, dentro de todo esto, cada persona seguiría siendo un individuo y
expresando su propia creatividad.
No
hay tiempo que perder. Continuemos con
nuestro trabajo.
En la infinitud
de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero. Ya no escojo
creer en las viejas limitaciones y carencias. Ahora opto por empezar a verme
como el Universo me ve, perfecto, completo, entero. Ahora soy perfecto,
compelto y entero. Ahora elijo vivir mi
vida en función de esto que entiendo. Estoy en el lugar y en el momento
adecuado, haciendo aquello que me corresponde hacer. Todo está bien en mi
mundo.
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