Son estructuras de sociedades fraternales secretas. Éstas eran exclusivamente para hombres y fueron traídas por los carabalíes, pueblos procedentes del antiguo Calabar, en Nigeria del sur y Camerún. Las sociedades abakuá solo existen en Cuba, como única excepción en todo el hemisferio occidental; y dentro de Cuba, están localizadas en la ciudad de La Habana y en Matanzas.
Los fundamentos de las sociedades secretas abakuá —o su mitología— parten de una leyenda africana que narra el hallazgo, en el Calabar, de un pez sagrado (Tange) por la princesa Sikán y la reproducción de las voces de ésta por los tambores sagrados Ekué. Estas sociedades están constituidas por los indísimes, que son los aspirantes a integrar la sociedad, y los obonékues, que son los iniciados. Existe, además, un determinado grado de distribución de los diferentes papeles a desempeñar, como Iyamba, Mokongo, Ekueñón y otros.